Hoy sobre las 15:45 me han traído la tele. La emoción me embraga... digo.. me embarga. El transportista, a pesar de usar un camioncito blanco, sin ningún tipo de insignia que lo delatara, ha sido DHL. Es más, ha sido el mismo transportista con el que tuve la movida de la tele previa.
Según parece (yo le creo), la otra tele no se la llegaron a cargar en el camión. O sea que quien se la "agenció" lo hizo en un algún paso previo. Quien sabe si en el almacén de DHl.... ya no me importa, no es de mi incumbencia.
La tele en si... que decir, la veo enorme. Supongo que todo es acostumbrarse. Como referencia, decir que vengo de una Sony de tubo, de 29 pulgadas. Acabo de hacerle unas fotillos, una vez hechas las conexiones. Como me esperaba, al tener más resolución, acentúa más los fallos. Pero es lógico, es algo que ya me pasó con mi anterior monitor de tubo, por ejemplo, al pasar a un lcd.

Aquí está, expectante, con las conexiones ya hechas. Esa mota blanca es cosa de mi cámara digital :)

La programación es una bazofia, pero me sirve para probar la calidad de la tv.

Una imagen de V de Vendetta. Por desgracia, el dvd lo tengo conectado por euroconector (no me pegueis), aún no tengo el cable de componentes.
Eso es todo. Hasta aquí llego mi andadura en el mundo blogueril. Gracias a todos los que me habeis leído, apoyado, aconsejado y animado. Dejaré el blog sin dar de baja, si alguien algún dia tiene un problema con un envio de DHL y me encuentra por el google, ya no se sentirá sólo. :)